La Universidad Nacional de Colombia sede Amazonía, es una Sede de Presencia Nacional de la Universidad Nacional de Colombia, ubicada frente a la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional Alfredo Vásquez Cobo, en las afueras de la ciudad de Leticia, sobre el kilómetro 2 de la vía hacia Tarapacá. Su campus recoge elementos locales y autóctonos en su diseño, obra del arquitecto Santiago Moreno, lo que fue destacado en la XVI Bienal de Arquitectura Colombiana.
Lo que hoy es la sede fue creada por la Universidad Nacional de Colombia en 1989 como la Estación Científica de Leticia, que fue convertida en la quinta sede en 1994, y con Instituto Amazónico de Investigaciones IMANI como unidad académica por medio del Acuerdo 012 del 15 de marzo de 1995 del Consejo Superior Universitario.
Historia
La Universidad Nacional de Colombia instaló en 1989 la Estación Científica de Leticia como espacio de investigación y extensión en la región amazónica. En 1994 elevó su status constituyendo la quinta Sede de la Universidad y mediante el Acuerdo 012 del 15 de marzo de 1995 del Consejo Superior Universitario estableció el Instituto Amazónico de Investigaciones “Imani”, como primera unidad académica de la Sede. A través de la Sede y del Imani, la Universidad Nacional se ha venido comprometiendo en la producción, sistematización y proyección del conocimiento sobre y desde la región amazónica, de cara a las responsabilidades actuales y futuras relacionadas con su importancia geoestratégica y ambiental. De este modo contribuye a la consolidación de la Nación impulsando procesos de integración fronteriza y proyectándose internacionalmente
El CAMPUS se encuentra ubicado a dos kilómetros del centro de la ciudad de Leticia, cuenta con una biblioteca, laboratorios, aulas de clase, secretaría académica, oficinas de dirección y administración, salón de profesores, sendero ecológico, un mirador y alojamientos para docentes administrado por la sede con cocina, piscina y maloca.
Misión:
Producir y divulgar conocimiento sobre la Amazonia colombiana, la Panamazonia y las regiones andino-amazónica y amazónica-orinoquense, por medio de investigaciones de alta calidad y relevancia, que contribuyan a la resolución de los problemas y a la satisfacción de las necesidades regionales, tomando en cuenta los contextos locales, nacionales e internacionales.
Visión:
La sede se consolidará en la Amazonia colombiana, la Panamazonia y las regiones andino-amazónica y amazónica-orinoquense, y será reconocido como un Instituto de producción y divulgación de conocimiento de punta, y de formación de investigadores con alta calidad académica, que considera las especificidades y necesidades regionales. Así mismo liderará las políticas y acciones académicas de la Universidad Nacional de Colombia relacionadas con esta región.
La Amazonia
La gran región amazónica tiene 7.8 kilómetros cuadrados. Cubre el 60% del territorio de Brasil y abarca territorio de Venezuela, Surinam, Guyana, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Representa el 44% de la superficie de América Latina y equivale al 5% de la superficie terrestre del Planeta.
La Panamazonia contiene el 20% del agua dulce del Planeta; la tercera parte de los bosques latifoliados y el 10% de la biota universal. El río Amazonas tiene una extensión de 6.577 kilómetros, es el de mayor caudal en el mundo y alimenta una red navegable de 25.000 kilómetros. La región alberga la mitad de las especies vivas del Planeta.
La Amazonia hidrográfica de Colombia tiene 337.000 kilómetros pero el área selvática correspondiente a la zona de transición con la Orinoquia desde la Serranía de la Macarena hasta la unión del río Guaviare con el Orinoco, eleva esta superficie boscosa a 476.000 kilómetros. La Amazonia legal comprende los departamentos de Caquetá, Putumayo, Amazonas, Guaviare, Guainía y Vaupés con una población aproximada de 1.100.000 habitantes de los cuales 108.000 son indígenas cifra que corresponde aproximadamente al 10% del total de la población indígena del país. En la región habitan 62 de los 102 pueblos indígenas sobrevivientes en el país y presentan 17 estirpes lingüísticas. Sin embargo, y de acuerdo con la Organización Nacional Indígena de Colombia de los 32 pueblos con menos de 500 miembros y en peligro de desaparición, 26 se encuentran en la Amazonia.
Los territorios propios o resguardos indígenas reconocidos en la región suman 227.389 kilómetros cuadrados que equivalen aproximadamente al 50% de la Amazonia. Los otros sectores sociales que habitan la región son los asentamientos rurales o dispersos de colonos y campesinos ubicados principalmente a lo largo del piedemonte de Caquetá, Putumayo, sur del Meta y norte del departamento del Guaviare, y los habitantes de los centros urbanos que en su expansión reúnen a la mayoría de la población en los departamentos de Caquetá y Guaviare.
Generalidades
En líneas generales se estima que la Amazonia colombiana es la menos devastada con referencia a los demás países de la cuenca, siendo Brasil el país que ha deforestado la mayor área de selva de la región. En Colombia la porción más oriental y suroriental de su Amazonia: Vaupés, Guainía y Amazonas han mantenido un alto nivel de preservación de sus selvas y ecosistemas y sus ocupantes indígenas mantienen aún componentes fuertes de su cultura, de sus lenguas y de sus sistemas productivos y de organización social. Esta parte de la Amazonia no tiene vías terrestres de comunicación, por lo que su relativo aislamiento ha contribuido a las condiciones descritas.
La Amazonia es un subcontinente geográfica y ambientalmente determinante en el equilibrio climático global y su conservación es de interés de todas las naciones del planeta. También se erige como la última frontera para la expansión de las fuerzas económicas del capitalismo mundial como fuente de materias primas estratégicas no renovables, pero también renovables como sus bosques, aguas, fauna y su inmensa biodiversidad. Desde la ocupación europea, la región ha estado sometida a la extracción de sus riquezas y al aniquilamiento y a la desterritorialización de sus pueblos y culturas.
La Amazonia colombiana ha sido históricamente una región desconocida, incomprendida, aislada y marginada de la atención de los centros de poder desde el régimen colonial español y de los regímenes republicanos desde comienzos del siglo XIX hasta el presente. Siempre fue considerada como una región problema y como refugio de desterrados.
Con la Constitución política de 1991 se reconoció el carácter multiétnico y pluricultural de la nación colombiana; también se reafirmó el derecho de los pueblos indígenas y afrodescendientes al manejo autónomo de sus territorios y al ejercicio pleno de sus sistemas culturales, organizativos y de justicia y a sus prácticas productivas y de soberanía alimentaria. No obstante, las sociedades amazónicas en su conjunto presentan las condiciones de vida más bajas de acuerdo con los criterios de valoración como NBI, ingreso per capita y producto bruto interno, en comparación con otras regiones del país.
En su historia, la Amazonia colombiana ha sido el escenario de cuatro grandes conflictos con graves repercusiones en los órdenes ambiental, social, económico y político: Uno, la acelerada ocupación de la franja de piedemonte andino amazónico por parte de la colonización campesina resultante de su desplazamiento de las montañas andinas; dos, la expansión de los cultivos con fines ilícitos de la planta de coca; tres, el conflicto armado que convirtió a la región en teatro de operaciones de los actores armados interesados en el control del territorio y del negocio de la cocaína y cuatro, el acelerado proceso de urbanización de los habitantes de la región y de migrantes de otras regiones del país.
La Sede Amazonia de la Universidad Nacional enmarca sus programas académicos, de investigación y de extensión en estas realidades de la región y procura contribuir a su estudio y análisis en la perspectiva de la preservación de sus culturas y sociedades, de la conservación de sus riquezas naturales y de encontrar formas más amables de convivencia, bienestar y desarrollo bajo las inevitables presiones y demanda de un mundo globalizado caracterizado por laxas y asimétricas reglas de juego.